En un artículo de la revista New Scientist, del 29 de setiembre de 2018, Daniel Cossins resume y presenta los hallazgos y avances en dos de las principales investigaciones contemporáneas enfocadas en el estudio de los quipus: la que viene realizando Gary Urton, con el apoyo de Manny Medrano, en la Universidad de Harvard, y el trabajo de Sabine Hyland, de la Universidad de Saint Andrews. Vínculo al artículo original.
La investigación de Gary Urton, ha tomado un giro prometedor, a partir de encontrar que la revisita colonial de 1670 realizada en seis ayllus de San Pedro de Corongo, en el Valle del Santa, parece recoger por escrito, la misma información guardada en un conjunto de 6 quipus correspondientes a la misma época y región. Los 132 tributarios listados en el texto, corresponderían con el número de cuerdas de los quipus. La búsqueda de otras correspondencias, es parte de la investigación, que se esfuerza en encontrar caminos para la “traducción” del lenguaje de los quipus. Vínculo al artículo original.
En el caso de Sabine Hyland, su trabajo explora dos quipus ubicados en los archivos de la comunidad de San Juan de Collata, en Huarochirí, a los que denomina “quipus epistolares” o “quipus carta”, siguiendo las referencias de los propios comuneros. El quipu “A” tiene 288 cuerdas colgantes y el quipu “B”, tiene 199. Las variantes de color, origen animal de la fibra y dirección de la torsión, ofrecen cientos de combinaciones posibles, contrastando con el reducido número de combinaciones que muestran los más comunes quipus numéricos o contables. Hyland plantea que estos quipus, del siglo XVIII, incluyen una forma de escritura silábica y busca resolver la interrogante sobre si esta es una innovación de la época colonial, a partir del contacto con la escritura fonética en castellano, o si proviene de un sistema que ya existía en épocas prehispánicas. Vínculo al artículo original.