“La verdadera historia, la historia integral, tiene que atender no sólo a los aspectos formales sino a la historia interna y de ella al desenvolvimiento institucional. Es esa historia interna la que nos permite captar la historia como proceso, es decir como devenir: la que nos permite verificar lo que hay de permanente y de transitorio en ella; cuáles son las verdaderas direcciones de nuestra historia nacional; qué es lo que debemos conservar y qué lo que debemos desterrar. En una historia así, concebida predomina la idea de proceso, de continuación, de movimiento: surge la valoración teleológica y sirve de enlace entre el pasado y el porvenir.”

Ella Dunbar Temple Aguilar
Instituciones,
Lima: Fundación Temple Radicati – UNMSM, 2014. p. 32